Icono del sitio TintaTIC

Una década de la nube en América Latina

Desde el 2010 hemos sido testigos de sucesos que cambiaron la historia para siempre. Por nombrar solo tres, podemos destacar el aumento del calentamiento global, los avances en los derechos de las mujeres y la elección de Francisco como el primer Papa americano.

Por: Andrés Tahta, director regional de AWS para Sector Público en América Latina y Caribe

En cuanto a innovación, se masificaron las redes sociales, los teléfonos inteligentes y las plataformas de streaming; entre muchas otras tecnologías que hoy damos por sentado en nuestra rutina cotidiana.

Otro hecho relevante fue la llegada de la nube a América Latina. En 2011, Amazon Web Services (AWS) lanzó su primera región de cloud en Sudamérica en la ciudad de San Pablo (Brasil) y desde entonces se digitalizaron muchos servicios para los ciudadanos.

En la actualidad, los colombianos pueden realizar pruebas estatales de ICFES, desde su casa, con el uso de programas como Amazon Rekognition o que gracias a las herramientas de AWS, pueden utilizar un servicio completo de compras al alcance de todos como Rappi. Incluso, muchos pueden acceder a diferentes servicios de tránsito a través de una CONFEORG, entidad sin ánimo de lucro que con ayuda de AWS pudo alcanzar una disponibilidad de más del 98.5 %.

En su concepción más básica, la nube es una red enorme de servidores remotos en todo el mundo que están conectados para funcionar como un único ecosistema. Ofrece capacidad de cómputo y de almacenamiento a costo al por mayor, cobrando solo lo que se utiliza. Es el equivalente a la electricidad en una economía digital. La nube nos permite acceder a videos en Netflix sin tener que bajarlos a nuestra computadora y fue la que posibilitó el intercambio de datos genómicos entre científicos en diferentes países para buscar una vacuna para el COVID-19.

La nube también es crucial para el funcionamiento de un gobierno moderno. Pensemos, por ejemplo, en el caso de elecciones: uno o dos días cada cuatro años en los que un país entero entra a la página de la entidad electoral para ver quién será su próximo presidente. Para poder atender a esta enorme demanda de millones de personas en el mismo sitio web, la entidad de gobierno debe tener una cantidad masiva de servidores y mantenerlos con estándares de seguridad altísimos durante cuatro años; es decir, gastar millones de dólares por mucho tiempo solo para tener disponibilidad durante dos días. La alternativa es la nube ya que permite aumentar la capacidad de cómputo cuando se dan los resultados electorales y reducirla hasta la próxima elección.

A su vez, la nube ha ayudado a optimizar el funcionamiento de las instituciones educativas en el país. Por ejemplo, el ICFES, institución estatal vinculada al Ministerio de Educación Nacional con más de 50 años ofreciendo servicios de evaluación a través de exámenes de Estado, decidió realizar las pruebas “Saber Pro” para carreras técnicas y tecnológicas 2020 de manera virtual, esto con el propósito de prevenir la propagación del COVID-19. Mediante el uso de la tecnología AWS (reconocimiento facial, recursos informáticos y bases de datos) el ICFES pudo realizar con éxito 383.547 pruebas TYT (técnicas y tecnológicas) y garantizar la seguridad y validez de las mismas. Gracias a Amazon Rekognition, se capturaron más de 34 millones de fotos, lo que permitió evitar la suplantación de identidad de los estudiantes y detectar intentos de plagio.

Mayor productividad, menos demoras y más eficiencia: las ventajas que representó la nube durante su primera década en América Latina son enormes. Los gobiernos que la adoptan están brindando mejores servicios a sus ciudadanos por menos precio y eso es un gran motivo de celebración. No tengo dudas de que los avances que veremos en los próximos diez años serán inimaginables.

Salir de la versión móvil