Con la serie audiovisual “Los niños cuentan la historia del arte”, el Banco de la República se propone cambiar la manera en que se narra esta disciplina, invitando a los niños a ser protagonistas y validadores de nuevas narrativas sobre el arte, a partir de la mirada curiosa, escéptica y mordaz de los niños sobre la colección de arte del Emisor.
La Sección de Servicios al Público y Educativos de la Unidad de Artes y otras Colecciones del Banco de la República y el Colegio Escuela Nacional del Comercio, colegio distrital ubicado en el tradicional barrio Egipto en Bogotá, en una apuesta por el conocimiento de la historia del arte desde diferentes públicos, crearon esta serie.
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Esta iniciativa está dirigida a colegios, fundaciones, bibliotecas, gestores culturales, familias y maestros que busquen nuevas formas de enseñar y contar el arte, quieran conectar con sus comunidades y en donde la voz de los niños sea escuchada, valorada y celebrada.
Durante el proceso, estudiantes de primero y tercero de primaria se sumergieron en actividades de co-creación para desarrollar una serie de cuatro capítulos audiovisuales en los que ellos mismos deciden qué y cómo se cuenta la historia del arte.
A través de cuatro temáticas clave —el cuerpo, la forma, la técnica y los artistas—, los niños exploran el arte desde su perspectiva, creando contenidos que no solo enriquecen sus núcleos de estudio, sino que también nos invitan a ver el arte con ojos nuevos.
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Las sesiones, desarrolladas entre julio y noviembre del 2024 en el colegio y los museos, incluyeron talleres dinámicos donde el juego se convirtió en la herramienta principal de aprendizaje. Todo el proceso se estructuró como un equipo de investigación, en el que los estudiantes de tercero asumieron el rol de investigadores y presentadores, mientras que los de primero formaron el equipo de producción.
Esta serie ha permitido un acercamiento a los niños y vecinos del barrio, creando un lenguaje común e inclusivo donde los pequeños se convierten en agentes activos de creación y validación cultural.
La historia del arte puede y debe transformarse para ser más accesible y cercana a todos. Al final, estos niños no solo serán los públicos del futuro, sino que, desde ya, están ayudando a construir un mañana más inclusivo y creativo, donde las colecciones de arte y los museos sean valorados por todos.