En el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, FILBo, el escritor colombiano Carlos Agudelo Montoya, está presentando con Panamericana Editorial, “Tras la sonrisa del lobo”, su décima obra publicada.
Apasionado por la lectura y la escritura, Carlos Agudelo también es profesor y a lo largo de los años reconoce que muchos aspirantes a escritores se enfrentan a miedos e inseguridades, como la duda sobre si sus historias tendrán lectores o la creencia de que su obra no es lo suficientemente buena. Para combatir estos obstáculos, ofrece talleres de escritura y un acompañamiento personalizado, guiando a los escritores en el proceso de creación y publicación.
Él cree que la formación académica es importante, pero no es el único camino para convertirse en un buen escritor. La lectura crítica y la investigación son fundamentales para desarrollar una voz propia y una narrativa sólida.
“La lectura forma a un buen escritor”, afirma Agudelo.

Tras la Sonrisa del Lobo, historia de la complejidad humana
Este libro es una reinterpretación del clásico cuento de Caperucita Roja, donde el lobo feroz, tradicionalmente visto como el villano, se presenta como un personaje complejo con una historia propia.
“La literatura debe invitar a que cada lector interprete el libro como quiera”, explica Agudelo, destacando que la obra no busca moralizar, sino invitar a la reflexión sobre la complejidad de la naturaleza humana.
“Es un llamado a la empatía y a la comprensión de que las personas no son unidimensionales, sino que poseen diferentes facetas”. De hecho comenta que “No hay un ser malo que en su vida no haya tenido un acto de bondad, ni una persona que siendo buena, no haya cometido algún error y haya actuado mal”.
Como lo dice Ovidio Feroz, el personaje de la obra: “La historia parte de algo que deberíamos hacer con más frecuencia: escribir sobre nuestras decisiones, temores, fracasos y alegrías”.
El escritor de títulos como: El Susurro Que Nos Persuade; Invisibles; El Resto De La Vida, y Nosotros Sin Ella; y obras de literatura infantil y juvenil como: Suena, ¡Colombia!; Colombia es una fiesta; El piano de la selva; La oscuridad del silencio, y El mono, recuerda que debemos ser más comprensivos con los demás, reconociendo que cada persona vive su propia realidad y que no siempre podemos juzgarla desde un solo punto de vista.
Acerca de la importancia de la ilustración en la literatura infantil y juvenil, especialmente en el caso de Tras la Sonrisa del Lobo, donde el trabajo del ilustrador Héctor Borlasca complementa la historia y la convierte en un objeto bello y atractivo para los lectores, Agudelo dice que la ilustración debe sumar a la experiencia de lectura, sin interrumpir la imaginación del lector.
Y es que la experiencia con esta obra es fascinante. Desde la portada en policromía y repujada y las ilustraciones internas, llevan al lector a través de una divertida obra infantil sobre la autenticidad, la autoestima y el tener una personalidad propia y original. Atrayente por la inmersión de personajes reconocidos de los cuentos de hadas, como las malvadas brujas, los tres cerditos, Barba Azul, la Cenicienta, Pulgarcito, entre otros, Ovidio Feroz, el lobo recordado por ser el antagonista de Caperucita Roja, un día se cansa de ser el villano, se cuestiona y descubre que es un papel importante que está representando en la vida del cuento, y quiere compartir su reflexión con los lectores.

Un escritor en constante evolución
Magíster en Literatura Colombiana (Universidad de Antioquia) y Antropólogo (Universidad de Antioquia), no se limita a un solo género o estilo. Él escribe para niños, jóvenes y adultos, y su obra es diversa y refleja su pasión por la literatura y su deseo de explorar diferentes temas y perspectivas.
Él cree que la escritura es un proceso continuo, que requiere dedicación, disciplina y una mente abierta a la exploración y la experimentación.
Y, si bien reconoce que la sociedad actual está inmersa en una cultura de la inmediatez, donde la lectura superficial y la búsqueda de la validación en redes sociales son comunes, considera que también hay un espacio para la lectura crítica, la profundidad y la búsqueda de la verdad a través de las palabras.
Por ello, invita a seguir leyendo, a descubrir el placer de la escritura y a ser más empáticos con los demás. “La literatura tiene el poder de transformar vidas y de construir un mundo mejor”.
“La lectura es uno de los pocos actos que nos dan verdad y nos pueden hacer libres”, concluye Carlos Agudelo, invitando a seguir explorando el mundo de la literatura.