Más de 100 funciones en 16 salas de teatro de la ciudad, fueron apreciadas por miles de personas que durante los 17 días de funciones, asistieron a disfrutar de las artes escénicas en las cuales participaron 400 artistas en esta XVII versión .
Los teatros seleccionados por el Festival presentaron obras de la más alta calidad nacional e internacional y, por primera vez en 30 años, el evento salió de Bogotá y se mostró en otras ciudades del país con el Festival de Teatro de Calle. Se unió a las celebraciones de los cumpleaños de Barranquilla y Villavicencio donde más de 10.000 personas de esas ciudades pudieron disfrutar de la magia del teatro.
Según Ricardo Leyva, miembro del Comité de Transición del FITB, “Esto apenas comienza. Fue un despegue maravilloso, en el que aportamos mucho y aprendimos mucho. Cumplimos, lo vivimos, lo gozamos, pero también recibimos grandes lecciones. La idea es continuar con mucho optimismo y mucha visión a futuro del teatro y artes escénicas en Bogotá y Colombia. Sin duda este tipo de festivales abre las puertas a la inversión en el futuro en un ecosistema creativo, artístico y de producción para otras ciudades y el mundo”.
El Festival Iberoamericano de Teatro fue declarado en 2013 como Patrimonio Cultural de la Nación. Esto significa que es no solo un tesoro para Colombia sino también un Festival que le pertenece a los colombianos y que resulta ser una fuente de esperanza y futuro para un país diverso con proyección internacional.
Sobre esto, la alcaldesa de Bogotá afirmó, el día del lanzamiento en diciembre de 2021, “trabajaremos para también convertirlo en patrimonio de la ciudad”. Por eso, Ricardo añadió que “Sin duda, el telón sigue abierto. Por eso el equipo de trabajo del Festival ya se encuentra preparando el segundo ciclo prometido, que se llevará a cabo en el segundo semestre del año. Se están buscando más apoyos para ofrecer más Teatro de Calle y aún más presencia en otras ciudades del país”.
La organización del Festival y su junta directiva esperan poder potenciar todo lo bueno que se logró en este primer ciclo, incluido el importante aporte académico que se ofreció durante más de 15 días: cinco talleres en la Escuela de teatro FITB, tanto de interpretación como dramaturgia y métodos de trabajo; cinco clases magistrales con los maestros Miguel Borrás, Santiago Álvarez, Marilena Dará, Chevy Muradai, entre otros y ocho encuentros y charlas con directores de la talla de Jorge Alí Triana, Jorge Hugo Marin, Fernando Pessoa, Germán Jaramillo, Juana Acosta, entre muchos otros.
Lia Heenan, miembro del Comité de Transición también confirmó otras buenas noticias: “El 21 y 22 de abril se realizará la Ventana Internacional de las Artes – VIA, la tradicional rueda de negocios donde compañías colombianas que se inscribieron de manera totalmente gratuita presentarán sus creaciones a programadores de todo el mundo”. Esta rueda de negocios siempre ha sido un espacio que el Festival Iberoamericano de Teatro ha ofrecido como plataforma de internacionalización del
talento colombiano y que se realizará con el apoyo de Procolombia. Sobre eso, la actriz Marcela Mar que participó en el FITB con la obra La más fuerte, dijo “me la jugué a participar en VIA y ya tengo dos o tres citas con compradores que espero sean claves para mi obra”.
El Festival es la muestra de que se puede abordar la cultura desde una perspectiva favorable con la economía colaborativa y creativa, lo cual resulta tangible con las coproducciones o asociaciones entre agrupaciones y para las marcas e instituciones que apuestan invirtiendo.
El Festival mismo, desde su estructura, democratizó su liderazgo como un colectivo de talentos, que sostuvieron y sostienen el evento, demostrando de esa manera cómo le apuesta a una economía compartida de resultados gana-gana. Y tanto esfuerzo se vio reflejado en las salas con una gran asistencia.
Ricardo enfatizó en que “Más allá de los retos logísticos de equipos de producción, se pudo entretejer el propósito común entre agencias, medios, banco y gobiernos en búsqueda de resultados para todos; sin fronteras ni líneas, sino formando un equipo de alto desempeño de bogotanos, colombianos y extranjeros con un solo fin:
Defender el patrimonio con el alma”.
Así que el balance es positivo y se espera que el FITB cada día brille más.
