Maravillar a chicos y grandes, dar vida al asombro, transformar objetos cotidianos en personajes entrañables y fantásticos, narrar historias que nos hacen reír, pensar o llorar: esa es la magia del titiritero.
Honrando este arte milenario, el Espacio La Barca abre sus puertas para la primera edición del Festival del encuentro entre el títere y el objeto, un evento donde 15 compañías de la ciudad se reúnen para encender esa chispa. Lo harán con propuestas que atraviesan técnicas como el títere de guante, bocones, objetos animados, sombras, papel y teatro físico, además de apuestas híbridas que mezclan clown, música y artes plásticas en escena.

Esta primera edición del Festival del encuentro entre el títere y el objeto se articula en tres franjas: una familiar, con siete obras pensadas para todos los públicos; una adulta, con propuestas de títeres y teatro de objetos; y una académica, que incluye talleres prácticos y conversatorios con temas que atraviesan al gremio.
Todo comienza el jueves 7 de agosto con Títeres a La Barca, una Varieté inaugural que reúne en una sola noche el talento de seis agrupaciones bogotanas: Tropayasos, Títeres Agarrapata, Carlos Velásquez, Corporación CRÍA Espiritrompa, La Pepa del Mamoncillo y Titiritienda. Será una muestra diversa de técnicas y estilos, que marca el tono de todo el festival: plural, vibrante y en movimiento.
Para disfrutar en familia, el festival ofrece una franja de funciones ideales para todas las edades.

El viernes 8 de agosto llega una historia local con sabor a campo, humor popular y personajes tradicionales en ¿Quién ronca en el cañaveral? de Títeres Castillo del Gato.
El sábado 9 de agosto, Ratós, el tejido del tiempo de El Baúl de la Fantasía, nos invita a seguir los hilos de la memoria y acompañar a un tierno ratón que descubre la vida entre telas y recuerdos.
El domingo 10, Teatro Comunidad presenta Chirinventos, cantos y cuentos, un espectáculo que combina música, máscaras y personajes encantadores en una feria teatral repleta de imaginación.
El sábado 16, la compañía Titiritienda trae Deseo un circo, la historia de un niño y su abuela que, entre risas y títeres bocones, hacen realidad un sueño lleno de colores y amistad.
Para quienes quieren reflexionar, reír y emocionarse, las funciones para público adulto despliegan un universo cargado de picardía, crítica y profundidad.
El viernes 15 de agosto, Teatro Comunidad sube a escena El Fantoche, una farsa con el popular personaje Manuelucho, que enreda al público en situaciones cargadas de humor y tradición.
El viernes 22, Me lleva el diablo de La Pepa del Mamoncillo aborda el poder destructivo del chisme con títeres, música carranguera y una mirada provocadora. Y el sábado 23, Títeres Agarrapata nos lleva por un viaje histórico y escénico con Historia de Guiñol, una obra que recorre los orígenes y evolución del títere de guante con ingenio y ritmo.

Los más pequeños —y también los grandes con alma curiosa— encontrarán en la programación del domingo 17 un clásico de la escena capitalina, pues La Libélula Dorada presenta La rebelión de los títeres y Los héroes que vencieron todo menos el miedo, dos historias que invitan a pensar en la libertad, la valentía y el poder de la palabra.
Finalmente, el domingo 24, El circo de la ilusión de Títeres Paciencia de Guayaba cierra la franja familiar con un espectáculo que celebra la magia, el humor y la sorpresa a través de un circo animado por títeres que hacen reír, asombrarse y participar.
Además de las funciones, el festival abre un espacio para la exploración y el diálogo con una franja académica que incluye los talleres: Teatro de Objetos con Edgar Cárdenas, Títeres de Papel con Lucho Tangarife y Cuerpo y Objeto con Io Nayi Jaramillo, que invitan a experimentar desde el cuerpo, la materia y la memoria. Y los conversatorios, organizados por Títeres Agarrapata, que abordan preguntas esenciales del oficio: ¿cómo se construye el vínculo con el público? ¿qué particularidades tiene el proceso creativo en el lenguaje del títere? y ¿cómo nombrar este arte sin perder su potencia ni su diversidad? Espacios pensados para nutrir el pensamiento, fortalecer redes y seguir preguntando, desde lo colectivo, por el lugar del títere en el presente.
Esta primera edición, que se vivirá durante todo agosto, no surge de la nada: es el fruto de una alianza entre Títeres Agarrapata y La Barca, dos iniciativas que desde hace años han compartido la escena, el impulso creativo y el deseo de visibilizar el arte en la ciudad.
La idea que los mueve es simple y poderosa: crear un espacio para celebrar, fortalecer y compartir el arte de los títeres y los objetos con públicos diversos, tanto locales como visitantes, en un encuentro que combina funciones, talleres y conversaciones necesarias.