La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta en el ámbito educativo, revolucionando la manera como los estudiantes aprenden, los docentes complementan sus materiales, y las universidades gestionan sus procesos académicos.
En entrevista con TintaTIC, Segundo Píriz, rector de UNIE Universidad dijo: “La IA es una tecnología que facilita el aprendizaje, les permite tener una asistencia virtual 7*24, ayuda en las tareas rutinarias y a investigar y ampliar fuentes. Lo que buscamos es que los estudiantes sean muy buenos profesionales y ante, todo buenos ciudadanos”.
El directivo, quien visitó el país para estrechar relaciones con otras universidades e incluso propiciar alianzas con entidades como Colfuturo, comentó que en una de las reuniones surgió la idea de ofrecer becas a colombianos que deseen estudiar en la universidad española, ya sea presencial o remoto, puedan aplicar a dicho beneficio, basados en los requisitos que publicará próximamente la UNIE.
Así como se destacan sus beneficios de la IA, existen desafíos como: equidad en el acceso; brecha digital y desigualdades en la educación; privacidad de datos y manejo seguro de grandes volúmenes de información personal; responsabilidad en el uso de IA (sesgos algorítmicos, transparencia y ética en su desarrollo), y desarrollo de la privacidad en entornos digitales y formativos.
Acerca del panorama del país, comentó que en Colombia, la implementación de la IA aún está en fase temprana, con instituciones que exploran sus beneficios, pero sin una regulación clara que garantice su uso ético y responsable, que debe ser un componente primordial, y es un trabajo por hacer no solo en el país, Latinoamérica y el mundo.
Según una encuesta mundial de la UNESCO, que se llevó a cabo en más de 450 escuelas y universidades, reveló que menos del 10% han elaborado políticas institucionales o directrices formales sobre la utilización de aplicaciones de IA generativa, lo que genera incertidumbre sobre su impacto en la privacidad, la equidad y la transparencia.
“Impulsamos a nuestros estudiantes, independientemente de su disciplina, a que adquieran un conocimiento profundo en inteligencia artificial, integrándola en su especialización para formar perfiles completos y de élite. Lo hacemos incorporándola de manera transversal en los planes de estudio, combinando teoría y práctica aplicada”, señala Rubén Nicolás Sanz, director de la Escuela Superior de Ingeniería, Ciencia y Tecnología de UNIE Universidad.
La transformación digital del sector educativo en Colombia ha sido impulsada por iniciativas gubernamentales como Colombia Potencia Digital, que busca desarrollar competencias tecnológicas en docentes y estudiantes. Sin embargo, persisten desafíos como la falta de formación especializada y la ausencia de estándares éticos en el uso de herramientas automatizadas dentro de las universidades.

Ética y regulación
A medida que la IA se integra en la educación superior, surgen preocupaciones sobre quién controla el aprendizaje, cómo se usan los datos de los estudiantes y si los algoritmos pueden generar sesgos en la evaluación y admisión.
El almacenamiento masivo de información académica y personal plantea riesgos en términos de privacidad y seguridad. En este contexto, Sanz expone que “La privacidad y la ética en la inteligencia artificial son temas críticos que deben abordarse sin miedo, pero con responsabilidad. En UNIE Universidad hemos implementado un modelo en el que la IA y la tecnología asociada operan dentro de un entorno cerrado, asegurando que los datos de nuestros estudiantes y profesores no salgan al exterior. Esto no solo protege la seguridad de la información, sino que también garantiza que los materiales utilizados para entrenar nuestras plataformas sean internos y confiables, evitando alucinaciones o errores en los procesos. Si bien ningún modelo es perfecto, cerrar las fronteras dentro de la institución es una estrategia efectiva para mitigar riesgos y construir un marco ético y legal sólido en el uso de la inteligencia artificial”.
IA y empleo: el desafío de preparar a los jóvenes para el futuro laboral
Uno de los mayores desafíos de la educación superior en Colombia es cerrar la brecha entre la formación académica y la inserción laboral. A pesar de los esfuerzos gubernamentales, de los 500.000 nuevos cupos proyectados en universidades, solo 65.000 han sido concretados (13% de la meta) según el Ministerio de Educación, lo que dificulta el acceso de miles de jóvenes a la educación superior.
Además, la tasa de desempleo juvenil sigue siendo alta. Durante el trimestre móvil noviembre 2023 – enero 2024, el desempleo juvenil en Colombia se ubicó en 16,4%, con una leve reducción de 1,7 puntos porcentuales frente al año anterior. Sin embargo, la informalidad y la escasez de oportunidades de empleo formal continúan limitando el crecimiento profesional de los recién graduados.
“Desde UNIE Universidad se busca reducir esta brecha entre educación y empleabilidad a través de una metodología experiencial, en la que los estudiantes aprenden haciendo, adaptando su formación a las necesidades reales del mercado. No se trata solo de desarrollar tecnología, sino de formar líderes capaces de gestionar proyectos de IA de forma ética y sostenible”, explica el directivo, y añade, “organizamos encuentros con empresas y promovemos actividades que enriquecen profesionalmente a nuestros estudiantes. En este sentido, el aprendizaje basado en proyectos y la vinculación con el sector productivo son claves para su éxito profesional”, señala Sanz.
El futuro de la educación superior en la era de la IA
Si bien la IA puede mejorar la calidad educativa y facilitar la personalización del aprendizaje, su implementación en Colombia requiere normativas claras, formación ética en su uso y estrategias que garanticen su integración responsable en la educación superior.
Las universidades colombianas enfrentan el reto de formar a profesionales que no solo dominen la IA como herramienta, sino que también sean capaces de utilizarla con responsabilidad, transparencia y un enfoque centrado en la equidad educativa.