Gracias a la gestión del Grupo Retorna, iniciativa conformada por seis programas de posconsumo creados y promovidos por la ANDI, se ha logrado recolectar y aprovechar más de 644.000 toneladas de residuos en el país, desde el 2012 hasta la fecha.
Lo anterior por el trabajo de articulación del sector productivo liderado por la Asociación, con una estrategia de economía circular que permite cumplir las metas de descarbonización, reducir la dependencia de recursos vírgenes y fomentar la inclusión social.

En este contexto, se han instalado más de 7.000 puntos de recolección y/o acopio en 400 municipios de todo el territorio nacional.
“Nuestro compromiso es permanente, pues entendemos que la economía circular ha dejado de ser una opción y se ha convertido en una estrategia clave de sostenibilidad integral, que afecta e involucra de manera positiva, tanto a la sociedad civil como al sector empresarial. Además, estos esfuerzos no solo consolidan a Colombia como líder en economía circular en la región, sino que también fortalecen la posición de nuestro país en el comercio internacional, donde la sostenibilidad es un criterio clave para la competitividad”, señaló María Paola Vélez, gerente del Grupo Retorna.

El Grupo Retorna está conformado por los programas:
– Cierra el Ciclo, enfocado en plaguicidas de uso doméstico.
– Ecocómputo, trabaja con computadores usados y periféricos.
– Pilas con el Ambiente, se enfoca en pilas y acumuladores usadas.
– Red Verde recolecta electrodomésticos usados
– Recoenergy, gestiona baterías usadas de plomo
– Rueda Verde, enfocado en llantas usadas
Bajo el liderazgo de la ANDI y en coordinación con las autoridades ambientales, se lograron establecer las bases para crear el concepto de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) en el país, permitiendo así que las empresas asumieran un papel activo en la gestión de residuos posconsumo, aportando de manera activa a la construcción de un país más sostenible.
Adicionalmente, las empresas han logrado alcanzar nuevos estándares que les permiten tener acceso a mercados internacionales, como el europeo y el norteamericano, donde los consumidores prefieren los productos que generan una menor huella ambiental, lo cual también se ve reflejado en regulaciones más exigentes que, de manera anticipada a la exigida por las autoridades, se han adoptado en Colombia.