Imagínese que su computador personal es atacada por un virus y todos sus archivos –fotos, documentos o proyectos importantes– quedan inaccesibles. Ahora, lleve esa situación a una pequeña o mediana empresa: facturas, información de clientes, contratos y hasta los sistemas de operación pueden verse paralizados en cuestión de segundos. Ese es precisamente el efecto devastador de amenazas como el ransomware, que no distingue entre usuarios individuales o grandes organizaciones.
De hecho, las organizaciones se enfrentan a diario a cientos de ciberataques cada vez más complejos. Sin embargo, solo el 20% de las empresas que han sufrido un ataque se sienten realmente preparadas para enfrentarlo (2025 Ransomware Trends).
La realidad es aún más dura, ya que un ataque de ransomware puede detener la operación de una empresa, cifrar toda su información y obligarla a pagar un rescate para recuperar el acceso.
El impacto va más allá de la interrupción operativa. Según el informe de Veeam, un solo ataque puede llegar a costar hasta 22 millones de dólares. Y el problema no termina ahí: aunque muchas compañías confían en tener un sistema de copias de seguridad, esta defensa puede fallar si no está correctamente diseñada y protegida.
De hecho, el 89% de las empresas afectadas por ransomware reportaron que sus copias de seguridad también habían sido comprometidas y apenas el 10% logró recuperar la mayoría de su información dentro del tiempo esperado.
“En un panorama de ataques cada vez más complejos, la verdadera diferencia está en cómo respondemos y nos recuperamos. Contar con backups verificados, probados y seguros es lo que fortalece la ciberresiliencia y asegura que una organización pueda seguir en pie aún después de un ataque”, afirma Dmitri Zaroubine, director de Sistemas para Latinoamérica en Veeam.
Modelos probados, backups más seguros
Para evitar la parálisis operativa, las pérdidas económicas y el desprestigio de los negocios, es fundamental que los sistemas de respaldo sigan buenas prácticas de seguridad. Estas son algunas recomendaciones:
● Use modelos probados de backup como el 3-2-1, que promueve la existencia de tres copias de seguridad, en dos medios diferentes y al menos una copia “off-site”.
● Incluya al menos un backup en la nube: de esta manera, su información estará fuera del entorno local y disponible al instante en caso de emergencia.
● Realice pruebas periódicas y en tiempo real sobre su entorno de respaldo, incluso simulando ataques, para medir la capacidad de respuesta.
● Asegúrese de que sus backups estén protegidos con medidas como autenticación multifactor y el principio de mínimo privilegio de acceso.
● Verifique la utilidad real de las copias de seguridad: estas representan la última línea de defensa en caso de desastres o ciberataques.
Aunque las tácticas de ransomware se han vuelto más sofisticadas, con cifrado y exfiltración de datos casi imposibles de revertir sin la clave del atacante, cada vez más empresas logran enfrentar estos ataques sin pagar rescate.
Según el informe 2025 Ransomware Trends, el 27% de las organizaciones no pagó rescate en 2024, y el 25% de ellas recuperó sus datos de todos modos.
El panorama actual de seguridad digital muestra que los ataques seguirán aumentando en complejidad y frecuencia. La diferencia entre detener la operación de su empresa o mantenerla en marcha radica en contar con un backup confiable y una estrategia de recuperación efectiva que le permita a su organización tener un verdadero plan de respuesta.