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‘Semilla del desierto’, donde todos los caminos son de fuego

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En el marco de la iniciativa del ‘Mes del cine colombiano’, este 10 de abril las salas de cine nacional se renuevan con el estreno de Semilla del desierto, una película de Sebastián Parra R. que cuenta la desafortunada historia de amor entre Caviche y Chelina, quienes se encuentran ante una difícil decisión cuando descubren un embarazo inesperado. Chelina decide interrumpirlo debido al temor a enfrentar la ira de un padre violento. Se ven obligados a aventurarse en el mundo del contrabando de gasolina. Juntos, emprenden un viaje a través de la ruta del infierno, viéndose enfrentados a desafíos y difíciles confesiones. En medio de la aridez del camino, su amor será puesto a prueba mientras luchan por sobrevivir y encontrar una salida.

Semilla del desierto es una ficción que fusiona el thriller con el drama y el coming of age que nace de las memorias del director Sebastián Parra R.

“El universo de Semilla del desierto es una reinterpretación de la realidad. Es decir, se gestó a partir de vivencias propias, de amigos y familiares muy cercanos con los que compartí durante muchísimos años en mi infancia y adolescencia”, dice el director, guionista y postproductor de cine colombiano oriundo del municipio de Urumita en La Guajira.

En compañía de la productora Solar Cinema, Sebastián Parra R. transformó esas realidades y creó un concepto visual y simbólico del mundo desértico y atemporal. Esta apuesta por un lenguaje universal refuerza la intención de ser una obra sin una ubicación geográfica explícita. Es decir, Semilla del desierto no sucede propiamente en territorio colombiano porque en cualquier rincón de América Latina existe un pueblo que se devora los sueños de los niños.

La estética de la película “se presenta como una ruptura con las normas establecidas, reflejando la visión creativa de los niños que transforman lo que el adulto considera desechable en algo útil y significativo. El desierto, lejos de ser un espacio árido, se convierte en un lienzo donde los objetos reciclados y la aridez se transforman en casas y elementos vitales, construyendo un mundo atemporal y universal. Esta propuesta visual no solo desafía la percepción adulta de lo que es valioso, sino que invita a redescubrir el poder de la imaginación infantil para redefinir la realidad, convirtiendo lo efímero en lo eterno y ofreciendo una reflexión sobre la capacidad humana para reinventar el mundo”, explica Andrés Gómez D., productor de la película y de Solar Cinema.

El concepto principal del filme es la pérdida de inocencia que se ve reflejada a través de esta joven pareja que se ven obligados a tomar decisiones de adultos prematuros.

Y como la realidad que enfrenta esta pareja es más cruda que la ficción, una de las escenas más fuertes de Semilla del desierto es protagonizada por unas jovencitas que, comiendo mango en frente de una porqueriza, detallan de forma cruda situaciones de aborto. Este momento que vivió el director en su época de colegio lo marcó tanto que ahora lo recrea en cine.

“Ese fue uno de los elementos más traumáticos porque no había sensibilidad, flagelos o consecuencias de esta pérdida de inocencia que tenían entonces mis compañeros de corta edad. Gran parte de esos elementos fueron los que se reinterpretaron o se manejaron de una forma casi literal en la película, comenta el director Sebastián Parra R.

La gran falta de sensibilidad es uno de los flagelos o consecuencias de esta pérdida de la inocencia. Esto podría ayudar a que el mensaje no se preste a interpretaciones erróneas o desvíe la atención del punto central: la desensibilización con la que se abordaban temas tan delicados entre compañeros a tan corta edad.

El director es un convencido de que el cine es un medio poderoso para cambiar realidades, crear memoria e inspirar a públicos muy diferentes y de territorios lejanos. Esto se ratificó en la premiere internacional en 28th Tallin Blacks Nights International Film Festival en 2024 en Estonia y en el Spirit of Fire International Film Festival de Rusia, donde la película se llevó el Taiga de Plata.

“En los últimos meses, tras diferentes proyecciones fuera del país, pude confirmar que el cine no es únicamente la relación entre el espectador y la pantalla, sino también la relación que hay con los espectadores fuera de la pantalla. Al hablar con los asistentes en Rusia, se generó una nueva conversación que fue más allá de la película porque abarcó temas sociales y políticos, y siento que ese es justamente el poder del cine: generar conversación, responder inquietudes y generar más preguntas”, explica el cineasta.

La filosofía de Solar Cinema, al desafiar los paradigmas establecidos, no solo redefine el lenguaje cinematográfico, sino que propone una ruptura con las convenciones que limitan la percepción del cine como un arte encapsulado en una geografía o identidad particular. La afirmación de Andrés Gómez sobre Semilla del desierto refleja este enfoque radical: la película no está pensada para una audiencia colombiana exclusivamente, sino como una obra abierta, destinada a cualquier espectador, sin importar su origen.

En esta concepción, el cine deja de ser un medio que obedece a fronteras nacionales o culturales, para convertirse en un lenguaje universal, una experiencia compartida que busca trascender las limitaciones del contexto y hablar directamente a la esencia humana. La película se ofrece, entonces, no como un reflejo de una realidad local, sino como una invitación a la reflexión global, una provocación para repensar la forma en que el cine puede, y debe, conectar con los espectadores de todo el mundo, sin perder su capacidad de reinventar el lenguaje visual y narrativo.

Semilla del desierto es una película de Solar Cinema, en coproducción con Lisa Maric (Estados Unidos); con el apoyo del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, Proimágenes Colombia, en asocio con Plenty Good, Monserrate Films, La Tina Sonido, Feel Marketing, Fruit Punch, La Bonita. Los agentes de ventas internacionales son Loco Films de París (Francia) y la distribución en Colombia está a cargo de Royal Films en asociación con The Gseven.

La película tuvo su premiere internacional en el 28th Tallin Blacks Nights International Film Festival (2024, Estonia) y hace unas semanas obtuvo el Taiga de Plata en el Spirit of Fire International Film Festival de Rusia.

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