La región entra en 2026 en un punto decisivo para la evolución de las telecomunicaciones. Según The Mobile Economy 2025 de la GSMA, Latinoamérica cerrará el año con 440 millones de suscriptores móviles únicos, una penetración de 69%, más de 730 millones de conexiones y una adopción de 5G superior al 8 %, acelerando la transición hacia redes avanzadas y nuevos modelos de operación.
El tráfico de datos creció más del 34 % anual, impulsado por IoT, video y servicios críticos, lo que obliga a operadores móviles y virtuales a replantear estrategias, arquitecturas y cumplimiento regulatorio.
En este contexto, JSC Ingenium presenta las tendencias que marcarán la agenda del sector en 2025–2026, en un entorno donde la regulación, la seguridad y la modernización del core serán determinantes para competir.
Flexibilización del mercado: nuevas oportunidades para OMV
A pesar de un entorno regulatorio exigente, surgen nuevas oportunidades para operadores especializados como fintech, retail, movilidad, seguros y marcas digitales. Gracias a marcos más flexibles en México, Brasil, Chile y Colombia, los OMV verticales pueden escalar modelos enfocados en segmentos con necesidades específicas. GSMA confirma que la región ya supera los 220 OMV activos, concentrados en mercados con políticas de acceso mayorista estables.
En Centroamérica, el desarrollo es desigual. Costa Rica registra iniciativas activas, mientras que Guatemala no cuenta con ningún OMV, lo que implica que la oportunidad de mercado proviene precisamente de la ausencia de jugadores. Esto abre un espacio relevante para nuevos operadores en Panamá, Honduras y Nicaragua, donde aún no se ha explotado el modelo OMV y donde la madurez regulatoria empieza a favorecer la entrada de propuestas B2B2C y verticales.
Consolidación de nuevos jugadores
La región atraviesa un proceso de consolidación entre operadores que redefine la dinámica competitiva y las oportunidades para OMV, OMR y actores de infraestructura.
Un ejemplo reciente es Colombia, donde en noviembre de 2025 la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) autorizó la compra de Movistar por parte de Tigo, creando un operador con cerca del 40 % del mercado móvil. Este movimiento incrementa la presión por arquitecturas más eficientes, mayor capacidad de red y modelos de operación capaces de absorber aumentos masivos de tráfico.
Para los OMV, esta reconfiguración representa una doble realidad: mayor poder de negociación para los operadores integrados y, al mismo tiempo, una oportunidad para diferenciarse mediante propuestas segmentadas, plataformas flexibles y time-to-market acelerado.
Modernización del Core
El despliegue acelerado de 5G en la región impone nuevas exigencias. Para 2025, GSMA estima que al menos 13 países contarán con redes 5G comerciales, obligando a operadores virtuales y mayoristas a migrar hacia arquitecturas cloud-native (SBA, contenedores, automatización y orquestación).
El crecimiento del tráfico móvil —impulsado por IoT industrial, video y servicios críticos— está saturando infraestructuras heredadas, lo que convierte al IMS avanzado, VoLTE, charging en tiempo real y core 5G SA en la base para servicios de baja latencia y conectividad crítica.
En Centroamérica también hay avances relevantes. Guatemala y El Salvador iniciaron pilotos de 5G, mientras que Costa Rica ya completó la asignación de espectro 5G y se encuentra en la fase final de despliegue, lo que exige a los OMV prepararse para entornos híbridos 4G/5G y migraciones más rápidas.
“La modernización del core no es un upgrade: es la única forma de operar con latencias menores, calidad garantizada y servicios preparados para IoT masivo. La región ya está entrando en esa fase… y quien no migre a 5G SA quedará relegado”, afirma Freddy.
Fragmentación estructural
El informe de MobileTime (mayo 2025) confirma que, aunque los precios unitarios del espectro han disminuido, los costos totales para los operadores aumentan debido a la necesidad de asignar más MHz para soportar 4G y 5G. Esto, sumado a esquemas de subastas heterogéneos, está profundizando la brecha competitiva.
Mientras Chile, Brasil y República Dominicana avanzan con modelos sostenibles de espectro y despliegue 5G, otros mercados mantienen altos costos, incertidumbre o retrasos. En Centroamérica, la diferencia es marcada: Costa Rica ya ejecutó la primera asignación de espectro 5G, Guatemala avanza en ordenamiento de espectro, y Honduras y Nicaragua mantienen esquemas tradicionales con menor evolución hacia 5G.
JSC Ingenium acompaña esta transición
Basado en su experiencia global, y en particular en Europa y Latinoamérica, JSC Ingenium ha consolidado un modelo de acompañamiento para OMV y OMR basado en tres pilares: conocimiento regulatorio local y multipaís, arquitecturas IMS y Core cloud-native escalables, y modelos de implementación probados que reducen riesgos y acortan el time-to-market.
“Latinoamérica enfrentará los mismos desafíos que venimos observando en Europa. La clave para los OMV será construir redes adaptables y sostenibles desde el inicio, con partners que entiendan las complejidades regulatorias, técnicas y de mercado de cada país”, concluye Lara.


