El jueves 18 de mayo se celebra el Día Internacional de los Museos (DIM), que este año se enfoca en Museos, sostenibilidad y bienestar y busca reflexionar sobre cómo estos espacios que tienen la confianza de sus públicos contribuyen tanto al bienestar como a la sostenibilidad, desde la posibilidad que tienen de motivar cambios positivos.
El Día Internacional de los museos es una conmemoración instituida por el Consejo Internacional de Museos (ICOM) en 1977. Desde el 2020 esta celebración apoya algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS- de las Naciones Unidas.
El Banco de la República se une a esta celebración con diversas actividades, proyectos e investigaciones en los que las reflexiones sobre la importancia del cuidado del medio ambiente son protagonistas.
Según se resaltó en la conferencia general del ICOM, que se llevó a cabo en Kyoto en 2019 y posteriormente en la resolución: “Todos los museos tienen un papel que desempeñar en la configuración y la creación de futuros sostenibles, y pueden hacerlo a través de programas educativos, exposiciones, actividades de divulgación comunitaria e investigación”.
Siguiendo esta línea, y de cara a los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde hace algunos años, los Museos del Banco de la República han volcado sus esfuerzos para ofrecer una programación variada que contribuya a fomentar reflexiones sobre la relación que tenemos con el medio ambiente.
Armenia
Algunas de estas iniciativas se evidencian en el Museo del Oro Quimbaya Centro Cultural Armenia que, además de contar con un Jardín arqueobotánico, tiene disponible para el público una huerta de plantas aromáticas y un jardín con especies nativas. Se destaca también la relación que está tejiendo la institución con los custodios de semillas del territorio.
Cartagena
El Museo del Oro Zenú, gracias a distintos recursos tecnológicos, ofrece una experiencia inmersiva que interna al visitante en los paisajes inundables de la Depresión Momposina y el sistema hidráulico construido y mantenido por sus antiguos habitantes a lo largo de dos mil años para conducir las aguas y adecuar el territorio como vivienda y sustento agrícola.
Además, el Museo que fue reinaugurado este año, es un lugar de encuentro para conversar acerca de las relaciones éticas y artísticas con el medio ambiente, la gobernanza del agua, el rol de la mujer y la preservación de oficios como la joyería tradicional de Mompós y de Ciénaga de Oro, o el tejido en caña flecha de los actuales zenúes. También es un escenario para reflexionar sobre las relaciones simbólicas, sociales y ecológicas con las aves, reptiles, y otros habitantes del entorno.
Leticia
Desde la capital del Amazonas se viene desarrollando una nutrida programación que aborda temáticas como el cambio climático, la sostenibilidad y el bienestar, como lo son el seminario Amazonía, geopolítica y retos frente al cambio climático que se llevó a cabo en 2022 y el seminario Economías extractivas contemporáneas en la Amazonía y sus efectos sobre el cambio climático, que se llevará a cabo este año, y los talleres sobre Biodiversidad y sostenibilidad de las artes, la literatura y la oralitura que buscan fortalecer los lazos entre la biodiversidad del territorio y sus comunidades. Destacan también la huerta indígena y la huerta de plantas medicinales que hacen parte del Museo Etnográfico.
Proyectos
Así mismo, la Subgerencia Cultural cuenta con dos proyectos transversales que se relacionan con algunos ODS, estos son el proyecto “El río: territorios posibles”, que busca generar reflexiones sobre la importancia de los cuerpos hídricos a partir de la exploración de las colecciones bibliográficas y que está desarrollando una exposición sobre el río Magdalena que abrirá en agosto, y el proyecto “La Paz se toma la palabra” que en su podcast La Paz se cuenta ha venido abordando diferentes alternativas para hacer las paces con la naturaleza, como se puede escuchar en el episodio número 30: Hay razones para la esperanza: empresas, medioambiente y paz, una conversación con Angelika Rettberg, doctora en Ciencia Política.
No sólo los Museos del Emisor se han sumado a esta causa, la Institución cuenta con diferentes alternativas de compensación de huella de carbono que le apuntan a su indicador estratégico sobre Cambio Climático.
Ciclo Anual del Bosque de Vega – 12
Justamente una de ellas es el Ciclo Anual del Bosque de Vega – 12. Dentro de la comunidad indígena Nonuya, Abel Rodríguez (Río Igara Paraná, La Chorrera, Putumayo, 1941) es conocido como “el nombrador de las plantas’’, aquel que las conoce y les da el nombre.
Desde niño mientras caminaba por la Selva aprendió de sus ancestros cómo distinguirlas, cuáles eran sus características y sus transformaciones según el periodo del año en el que se encontraran. Presionado por las condiciones del conflicto armado en su territorio, tuvo que desplazarse con su familia a Bogotá a finales de los años 90 y, lejos de la selva, comenzó a hacer dibujos y pinturas de plantas, recurriendo a su memoria.
Con el apoyo de la Fundación Tropenbos, Abel fue realizando dibujos de esa naturaleza que conocía como la palma de su mano. Estos dibujos que transitan entre el recuerdo, el conocimiento ancestral y el arte fueron haciéndose notorios.
Por primera vez, fueron vistos en la exposición “Historia Natural y política: conocimientos y representaciones de la naturaleza americana”, realizada en la Biblioteca Luis Ángel Arango en 2008.
Posteriormente, ha participado de múltiples proyectos expositivos nacionales e internacionales, llegando a ser merecedor en 2014 del premio Prince Claus otorgado por el gobierno de Holanda, gracias a su labor de preservación y divulgación del conocimiento ancestral sobre el Amazonas.
En esta serie captura en doce dibujos de tinta y acuarela, los sutiles cambios y las continuidades que se van produciendo cada mes en una franja de la selva. Por medio de ellos evidencia de manera poética y sensible su relación con la naturaleza y haciendo evidente no solo en el tema sino también en el trazo, la nostalgia del recuerdo.
