La encuesta sobre perspectivas de crédito mundial aplicada a los miembros de la Asociación Internacional de Gestores de Carteras de Crédito (IACPM) y realizada por Bain & Company, evidenció que el 65% de los bancos e instituciones financieras no han definido quién es el responsable de abordar los riesgos climáticos en las operaciones que estas entidades realizan; el 55% no tiene claras las funciones y responsabilidades en el interior de las empresas en cuanto riesgos climáticos, y el 40% de los encuestados afirmó que no integra criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobierno corporativo) dentro de sus líneas de negocio, sino que las coordina a través de equipos centralizados.
Una situación que para Diego Santamaría, socio de Bain & Company, se debe a factores tales como la falta de claridad en las políticas que tienen las compañías y las normativas que establece cada país. “La incorporación de criterios ASG en el sector financiero requieren de un equilibrio entre la gestión del riesgo y el aprovechamiento de las oportunidades que estas brindan. De este modo, los temas relacionados con el clima pueden contribuir al riesgo crediticio para quienes no han implementado los criterios ASG dentro de su portafolio de productos, pero por otra parte, también pueden constituir una oportunidad para las entidades que comprendan y apliquen las estrategias, ya que podrán generar un valor tangible a partir de productos, servicios y consultoría relacionados con temas climáticos”.
Hay que destacar que, si bien la implementación de los criterios ASG ha sido paulatina, se ha hecho más recurrente por parte de los bancos e instituciones financieras debido a la presión ejercida por sus grupos de interés (clientes, inversores y entidades gubernamentales) en la industria. Con lo anterior, los bancos prevén, en los próximos tres años, ampliar el portafolio de productos ecológicos que ofrecerán y para ello se centrarán, por un lado, en la financiación de proyectos de energía limpia y por el otro, en la ampliación de la oferta a los créditos de consumo para automóviles, hipotecas y depósitos.
Teniendo en cuenta lo anterior, Diego Santamaría, Socio de Bain & Company, destacó cuatro recomendaciones que deberán emplear los bancos a sus operaciones para adaptar los criterios ASG:
1. Gestionar, junto con los grupos de interés, los diferentes puntos de vista para la descarbonización y la creación de valor.
2. Aumentar el poder de decisión sobre la financiación de la transición, esto colaborando con los consejos de administración para informar sobre las prioridades estratégicas y supervisar los riesgos.
3. Definir estrategias para atender la demanda de los clientes, teniendo en cuenta tanto las oportunidades comerciales como los requisitos que establecerán los inversores.
4. Aumentar las capacidades de análisis de datos sobre el riesgo climático para integrar estos factores de riesgo en los procesos bancarios básicos.
Finalmente, se espera que bancos de todas partes del mundo tomen como referencia las prácticas empleadas por los bancos europeos quienes son los que más han avanzado en la incorporación de parámetros climáticos a la suscripción de créditos. Asimismo, se espera que los bancos en América implementen las estrategias ASG a más tardar en 2026. Mientras que, se espera que estas estrategias sean implementadas por completo en 2050.
