Con el objetivo de continuar aportando a la construcción de agendas conjuntas que mitiguen el comercio ilícito en la región, generando sinergias entre todos los actores del sector público y privado, y los países, se llevó a cabo en Bogotá, el VIII Encuentro de la Alianza Latinoamericana Anticontrabando (ALAC), liderado por al ANDI.
Durante la instalación del evento, el presidente de la asociación, Bruce Mac Master, destacó que el comercio ilícito es un problema mayúsculo que se debe abordar de manera prioritaria y agregó que “se calcula en Colombia ingresa contrabando en equivalente a $25 billones en un año, entre la modalidad abierta, en la que se mueve la mercancía por canales no oficiales, y la técnica, en la que se manipula la documentación; esta última ha aumentado en los últimos años. Dicha cifra es superior a la de muchos sectores de la economía y se podría decir que ronda 2 puntos porcentuales del PIB. Reconociendo el tamaño de este fenómeno nos reunimos aquí con el fin de adelantar acuerdos y tomar decisiones para dar un paso adelante en el propósito de acabar con estas actividades que son tan nocivas para el sector empresarial y la ciudadanía en general”.
En esta vía, el director de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), Luis Carlos Reyes, señaló que “Desde el gobierno tenemos un compromiso clarísimo de luchar contra el contrabando. Sabemos que este fenómeno pone en desventaja a los empresarios formales que deben pagar costos superiores a los de la ilegalidad para adelantar su trabajo, pero además el comercio ilícito financia actividades criminales que socavan la democracia. Estamos adelantando una serie de medidas entre las que podemos destacar la modernización de la DIAN”.
Al Encuentro también asistió Luis Felipe Quintero, viceministro de Comercio Exterior de Colombia, quien destacó la necesidad y relevancia de adelantar trabajo coordinado entre la industria y el Gobierno.
“Celebramos este tipo de iniciativas y le damos la bienvenida a los esfuerzos que adelanta ALAC para buscar herramientas y nuevos mecanismos que nos ayuden a afrontar el comercio ilícito. De hecho, estamos interesados puntualmente en impulsar el fortalecimiento de convenios de cooperación aduanera, intercambio de información y relaciones con otros países, pues solo de este modo podremos avanzar de manera precisa en el mencionado objetivo”, manifestó Quintero.
Impacto por sectores
El comercio ilícito abarca desde el contrabando técnico y abierto hasta los productos falsificados y adulterados, problemática que tiene un alto impacto en todas las sociedades.
De hecho, según el último estudio de incidencia global de la OCDE, el comercio internacional de mercancías ilícitas alcanzó los US$ 464 billones en 2019, lo que representa el 2,5% del comercio mundial, con consecuencias perjudiciales sobre distintos sectores como los textiles, medicamentos, bebidas y alimentos, tabaco, cosméticos, juguetería, electrónicos, software y equipamiento médico; algunos de ellos, con la posibilidad de generar serios efectos en la salud y seguridad de las personas.
Así mismo, según la Organización Mundial de la Salud y la OCDE en 2020 y 2021, entre 72.000 y 169.000 niños pudieron morir a nivel mundial de neumonía cada año tras recibir medicinas falsificadas.
En cuanto a la evasión fiscal, la DIAN estima que en 2020 el gobierno colombiano dejó de recaudar $4,6 billones por cuenta del contrabando abierto y técnico (3,5% del total, aproximadamente). A su vez, la firma INVAMER en 2021 calculó que el contrabando de cigarrillos merma las finanzas departamentales en aproximadamente $750.000 millones.
“En la coyuntura actual, con un peso tan debilitado frente al dólar, incrementos de aranceles en ciertos sectores y alta inflación, es importante que el Gobierno Nacional priorice la lucha contra el comercio ilícito y que los anuncios que ha hecho este Gobierno en las bases del Plan Nacional de Desarrollo se vean reflejados en acciones concretas”, concluyó Mac Master.
