La Catedral de Sal de Zipaquirá, primera maravilla de Colombia y único templo subterráneo del mundo, continúa cautivando a visitantes, tanto locales, nacionales como internacionales, con su combinación de arte, historia y espiritualidad.
Para complementar la experiencia, acaba de inaugurar el primer Museo Subterráneo Monumental 180 metros bajo tierra, un hito cultural sin precedentes, que se une a otros atractivos de esta catedral, donde cada espacio cuenta una historia en torno a la sal.
La Catedral cuenta con el Viacrucis, que es la representación de las 14 estaciones del Viacrucis en enormes socavones de donde se extraía la sal, un escenario con gran simbolismo religioso e histórico; Espejo de agua, un sorprendente espejo natural, formado por arcillas de sal y agua saturada, que genera un efecto de profundidad, que pone a prueba el sentido de la vista, y las tres grandes naves o cámaras (nacimiento -pesebre, bautistero y cascada de sal-; vida -la cruz más grande del mundo bajo tierra- y resurrección -obra de pietá que simboliza el fin de la vida terrenal-). Además del Museo Egipcio de Tutankamon, exposición de arte – rostros ancestrales- y zona comercial.
Ahora, el Museo Subterráneo Monumental 180 metros bajo tierra ofrece una visión única de arquitectura basada en los murales de alto y bajo relieve. De esta manera, al adentrarse y explorar los intricados pasajes que albergan estas esculturas, se vive una visión única de las impresionantes formaciones rocosas en sal, las cuales prometen una experiencia inolvidable para todos los amantes de la historia y para los conocedores del verdadero arte arquitectónico.
Y es que en el corazón de la Catedral de Sal reside un vasto tesoro de arte, que fusiona la fe con la estética en las profundidades de la tierra. Esta obra maestra subterránea ha sido durante mucho tiempo un símbolo del ingenio humano y de creatividad, desde esculturas de sal impresionantes hasta relieves tallados meticulosamente en las paredes de sal, cada rincón de esta maravilla subterránea respira una vida artística única y evocadora.
En esta misma línea, los museos no son solo depósitos estáticos de artefactos y obras de arte; son guardianes vivos de la historia, la identidad y la creatividad de la humanidad.
En un mundo cada vez más globalizado, estos espacios se vuelven fundamentales para preservar y celebrar la diversidad cultural, promoviendo el entendimiento y la apreciación mutua entre las diferentes sociedades y épocas.
Los museos subterráneos arrasan estos conceptos tradicionales y se convierten en una innovadora forma de preservar la cultura en entornos únicos y sorprendentes.
Desde antiguas cavernas hasta túneles secretos, estos museos ofrecen una experiencia única que combina la emoción de la exploración con la riqueza del conocimiento cultural.
Un viaje al museo subterráneo de Zipaquirá
Ubicado a 180 metros bajo tierra, este museo se va a convertir en un foco de conocimiento, arte y orgullo de Colombia para el mundo, con 11 esculturas en relieve sobre paredes de sal y 11 en bloques de mármol.
“Seguimos ampliando todo este atractivo turístico que es la Catedral de Sal, por eso fortalecemos cada espacio para atraer a turistas de todo el mundo. Es así que con el Museo Monumental 180, hacemos referencia a la gran riqueza cultural de países como Colombia, Rusia, Nueva Zelanda, Costa Rica, Rumania, Corea del Sur, México, Chile, China, Japón, Ucrania y 12 naciones más”, expresó Yenny Páez Sabogal, gerente de Catedral de Sal.
Este proyecto destaca el compromiso de todo un país con la preservación y promoción del patrimonio cultural tanto nacional como internacional, además, sirve como un recordatorio de la importancia de la diversidad y la unidad entre naciones en torno al turismo y el arte.
Es un proyecto dividido en dos etapas, con la participación de 22 artistas. Los murales de paredes de sal, con un total de 12 toneladas, representan un logro monumental en la conservación del patrimonio cultural. Con un récord de 30 días de unión bajo el lema “El arte es el lenguaje universal”, este proyecto reafirma la importancia de la igualdad entre seres humanos y la preservación de tradiciones como el brutalismo.
Además, que no solo celebra la diversidad cultural, sino que también se compromete con la conservación del medio ambiente y la tradición. Con una arquitectura sostenible que respeta la naturaleza y la preservación de la talla de sal, este museo se erige como un modelo de desarrollo responsable.
Al sumergirse en las profundidades para descubrir la fascinante colección de arte y esculturas históricas que celebran la historia de 19 naciones.
En este gran museo participaron artistas como Mariee Josée Leroux, Georgi Minchev, Liu Yang, Sergii Olesko, Eugene. Petri, Gemma Dominguez, Andrei Balashov, István Böszörménti, Aquiles Jiménez, Hoyoung Im, Carlos Arango, Jhon Gogaberishvili, Ana Rasinska, Yoshin Ogata, Majid Haghighi, Fernando Pinto, Jorge de Santiago López, Juan Luis Door, Xavier Gonzále, Milton Estrella, Ikram Kabbaj y Anna Korver.
Estos artistas se destacan por resaltar en sus piezas el respeto y la armonía del hombre. Incluso, se observa desde un punto de vista cautivador, ya que ofrece unas formas geométricas de líneas contundentes y texturas crudas sorprendentes.
Sin duda, los visitantes ahora no solo recorrerán cada espacio, sino que lo culminarán en este Museo (sin costo adicional) y luego podrán disfrutar de una experiencia de compra única en la tienda para llevar consigo un pedazo de la rica herencia cultural de Colombia y el mundo, basada en la tradición de la sal, la minería y las obras de arte.