No hay duda de que la Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en el tema de análisis y discusión en las empresas, por el impacto que podría generar en la operación en múltiples aspectos, incluidos la automatización y eficiencia, la toma de decisiones, la personalización y experiencia del cliente y, principalmente, la innovación y desarrollo de nuevas soluciones.
Pero, con distintos sabores de IA disponibles en el mercado y el boom que desató la IA generativa, especialmente con ChatGPT, las empresas están en la disyuntiva de cómo abordar este camino.
Según proyecciones de Gartner, al menos el 30% de los proyectos de IA generativa (GenAI), por ejemplo, serán interrumpidos después de la prueba de concepto para fines de 2025, debido a la mala calidad de los datos, controles de riesgo inadecuados y costos crecientes o valor comercial poco claro.
En este contexto, Red Hat tiene como objetivo ayudar a las empresas en la búsqueda de una IA exitosa, al contribuir con modelos más eficientes y seguros para la operatividad del sector empresarial.
La firma presentó Red Hat Enterprise Linux (RHEL), base flexible y estable, que respalda la innovación en la nube híbrida, con la infusión de la inteligencia artificial.
Alejandro Dirgan, líder de la Plataforma RHEL para a América Latina, dialogó con TintaTIC sobre cómo las empresas pueden aspirar a un entorno operativo más seguro y eficiente, donde la tecnología se convierte en un aliado estratégico para el éxito empresarial.
“La IA ha estado por años en desarrollo, pero con chatGPT se pudo materializar sus beneficios, democratizar el acceso y optimizar tiempos y desplegar modelos para hacer más eficiente los procesos”, anotó el ejecutivo.
Dirgan comentó que lo que se busca es perfeccionar los modelos e ir más allá de simples respuestas como “si A pregunta X, la respuesta es Y”, a realmente agregar valor a los datos y dar respuestas con contexto, pues el usuario no quiere solo tener, por ejemplo, un chat que le responda “sí hay sucursales de un banco” sino a qué distancia y en qué horario”.
“La tecnología debe enriquecer la experiencia del usuario y esto se hace combinando modelos, aplicaciones y datos. Debemos desarrollar una IA más orientada a resolver problemas con contexto”, añadió el directivo, quien reconoció que también se ha avanzado en una “ética de la IA”, que va más allá de lo técnico a lo social.
Acerca de las recomendaciones para las empresas, Dirgan propone primero entender la visión de la compañía, qué servicios se demandan, crear micromodelos e ir poco a poco con más desarrollos de IA. “Esos modelos se pueden probar de manera más eficiente y rápida en la nube y, por ello, contamos – en el caso de RedHat- con aliados en todas las nubes, con especificaciones pensadas en los entornos de cada cliente. Así, independiente de si una empresa tiene AWS, Google, Azure o Alibaba, nosotros proveemos la plataforma para que pueda diseñar sus micro-modelos y comenzar a entregar soluciones de IA efectivas”, anotó.
De esta manera, Red Hat permite a las compañías crear y gestionar aplicaciones de manera más sencilla y rápida, reduciendo costos y tiempos. Esto no solo mejora la eficiencia, sino que libera a las empresas para enfocarse en ofrecer productos y servicios innovadores que beneficien a los consumidores y fortalezcan la economía digital.