Recientemente, se anunció que JetBlue comprará a Spirit Airlines por 3,800 millones de dólares, y se conformaría la quinta aerolínea más grande de Estados Unidos, con una flota combinada de 458 aviones y sede en Nueva York.
Según el comunicado, las dos seguirán operando de manera independiente hasta después que se concrete la fusión. Sus respectivos programas de fidelización no cambiarán y las cuentas de los clientes no se verán afectadas de ninguna manera.
Si la transacción se completa antes de diciembre de 2023, el acuerdo será de 33.50 dólares por acción, aumentando con el tiempo hasta 34.15 dólares por acción, en el caso de que la transacción se cierre en la fecha exterior de julio de 2024.
Si el acuerdo no se cierra por motivos antimonopolio, JetBlue pagará a Spirit una comisión de ruptura inversa de 70 millones de dólares y los accionistas de Spirit una comisión de ruptura inversa de 400 millones de dólares, menos las cantidades pagadas a los accionistas de Spirit antes de la terminación.
La noticia se produjo después de semanas de disputa entre Frontier y JetBlue para ver quién se queda con la aerolínea de bajo costo. Aunque Spirit llegó inicialmente a un acuerdo con Frontier y se mantuvo en esa propuesta, sus accionistas no lo respaldaban.
JetBlue prevé un ahorro anual de entre 600 y 700 millones de dólares una vez completada la transacción. Se prevé que los ingresos anuales de la compañía combinada sean de unos 11,900 millones de dólares, según los ingresos de 2019.
El acuerdo aún necesita las aprobaciones regulatorias necesarias y la aprobación de los accionistas de Spirit. Las compañías esperan concluir el proceso regulatorio y cerrar la transacción a más tardar en el primer semestre de 2024.
