La infraestructura se ha consolidado en una política de Estado, debido a su importancia en términos económicos, su impacto social y el desarrollo regional que genera.
Por: Ed Morche, presidente del equipo Corporativo y de Sector Público para América del Norte en Lumen

De hecho, según la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), se evidencia el alto impacto que tiene el sector en términos de mercado laboral y de reactivación de la economía: “Cada peso invertido en obras se traduce en $2,26 en la economía”. Pero no solo se debe mirar la infraestructura como obras civiles. También la infraestructura de TI serán fundamental para ayudar a las empresas.
Nuestro análisis de los nueve principales proveedores de red en nuestro mercado (incluida Lumen) ofrece algunas perspectivas interesantes de cara al futuro además del contexto colombiano.
Están llegando nuevas tecnologías de IA. Las soluciones de redes de legado se encuentran en un estado de flujo y presentan vidas útiles más cortas que nunca. Un número cada vez mayor de empresas está cambiando, ya sea hacia modelos de TI híbrida o dando el salto “completo” mediante el envío de sus aplicaciones y datos a la nube.
Mis predicciones:
El verdadero ganador en un mundo definido por el cambio es la base de la tecnología—infraestructura “inteligente”, de baja latencia que conecta a la nube, dado que ofrece control centralizado para gerenciar la seguridad.
Esta arquitectura:
– Brinda a las empresas la capacidad de ajustar el consumo del tráfico por sí mismas.
– Facilita que las aplicaciones se ejecuten por encima de la plataforma, dándoles a los proveedores de red la posibilidad de implementar nuevas soluciones para sus portafolios, de manera rápida.
– Entrega la autonomía y la flexibilidad de la red a los líderes de TI para repensar sus propios recursos, gerenciar los costos de mejor manera y consultar los servicios gerenciados.
– Ayuda a las empresas a abordar sus objetivos de la huella de carbono y ecológicos.
S&P Global Market Intelligence lo expresa de la siguiente manera. Del mismo modo en que las organizaciones se esforzaron por adaptarse a la Internet hace más de 20 años, está surgiendo un nuevo patrón a medida que incorporamos una plataforma de nube nativa. La infraestructura impulsará esta transición. Probablemente no sea lo más atractivo que hayamos visto, pero la pandemia dejó bien en claro que no pensamos mucho en la “vieja” y humilde infraestructura hasta que la necesitamos. La necesidad está creciendo, haciendo que la infraestructura vuelva pisando fuerte en 2022.