El año pasado, el mercado de videojuegos registró ganancias superiores a los 170 mil millones de dólares, superando incluso a otros sectores como el cine y el deporte juntos, de acuerdo con el portal MarketWatch. Una cifra que demuestra que los videojuegos han dejado de ser una simple opción de ocio para convertirse en una de las industrias del entretenimiento más poderosas a nivel global.
No obstante, el auge de los videojuegos en pandemia no solo se explica a partir de su capacidad de brindar entretenimiento y diversión desde la comodidad del hogar, sino, también, porque le permite a millones de personas en todo el mundo (especialmente jóvenes y adolescentes) seguir estableciendo relaciones sociales que pueden ayudar a disminuir o combatir los niveles de ansiedad, angustia, soledad y estrés generados por el encierro.
Una conclusión que también comparte Eduardo Frontado Sánchez, experto en temas de inclusión y superación personal, para quien los videojuegos son, además, una gran herramienta para estimular e impulsar la inclusión de personas con habilidades distintas en el mundo, debido a su alto componente tecnológico y comunitario. “En el mundo del gaming todos somos iguales, solo la destreza es la que decide quién es el mejor sin tener la oportunidad de discriminar, solo enfrentarnos a la diferencia que representa el otro”.
Ya sea a través de controles de mando adaptados o programas diseñados para solventar una determinada limitación física, lo cierto es que la industria de los videojuegos ha llevado a cabo grandes avances en materia de inclusión en los últimos años, como los siguientes ejemplos que demuestran que, cuando de jugar se trata, la inclusión parece ser lo único que no es un juego.
Videojuegos a la medida
Aunque el aspecto audiovisual es uno de los componentes más importantes para la mayoría de los gamers, existen numerosos videojuegos para personas con discapacidad visual, en donde los sonidos y las sensaciones (más no los gráficos) suelen guiar a los jugadores, consiguiendo en ellos una experiencia totalmente inmersiva.
Como sucede en el videojuego A Blind Legend, que adaptado para dispositivos móviles, brinda un sistema envolvente que le permite a los jugadores orientarse ante una pantalla negra y reaccionar con movimientos del dedo para ejecutar diferentes funciones, por ejemplo: cabalgar, esquivar obstáculos o pelear en intensos duelos.
De igual forma, existen en el mercado varios juegos de video diseñados especialmente para las personas con discapacidad auditiva. Cómo Moss, un simpático ratón que se comunica con los jugadores a través del lenguaje de señas, mientras atraviesa toda clase de aventuras en diferentes escenarios, para que los niños sordos o con problemas auditivos puedan disfrutar jugando como el resto de sus pares.
Xbox Adaptive Controller, diseñado principalmente para satisfacer las necesidades de los jugadores con movilidad reducida o -incluso- problemas neuronales, es un centro unificado para los dispositivos que ayuda a que los juegos sean más accesibles. Es decir, que cualquier persona sin importar su discapacidad, pueda disfrutar de los videojuegos a la par los demás, a través de 19 entradas que permiten conectar desde botones a joysticks de todo tamaño y condición, pasando por interruptores o pedales, con el objetivo de que cada usuario pueda personalizar este dispositivo de acuerdo con sus necesidades específicas
Para Frontado, la inclusión en la industria gaming va más allá de diseñar videojuegos exclusivos para personas con habilidades distintas (lo que comúnmente se conoce como “juegos a la medida”) pues, fundamentalmente, se trata de generar una integración total, a través de dispositivos como el Xbox Adaptive Controller, que permite que todos los usuarios puedan disfrutar la experiencia de cualquier videojuego en igualdad de condiciones “la tecnología hace las cosas más sencillas para los llamados regulares y para las personas con discapacidad las hace posibles, elimina barreras nivelando a las personas”.
En conclusión, para Eduardo Frontado los videojuegos son una herramienta fundamental para la implementación de la inclusión en todos los ámbitos, concientizando que “lo distinto es lo que nos une y lo humano lo que nos identifica”.