“Pararse duro”, un nuevo mural de 200 metros cuadrados creado sobre el muro del edificio La facultad, en la Avenida Caracas con calle novena. por Vértigo Graffiti y Bronx Distrito Creativo es una reflexión sobre el encuentro, uso del espacio público, arte, juventud y diversidad, y un nuevo aporte al arte urbano de la capital del país.
En el marco del programa de intercambio cultural Coventry UK City of Culture Youthful Cities, ciudades como Beirut, Detroit, Nairobi y Bogotá reciben acompañamiento y recurso para fomentar el intercambio cultural e impulsar las habilidades creativas.
Este programa es el resultado de la alianza entre el British Council y Youthful Cities, el cual busca facilitar el intercambio cultural y de habilidades creativas entre jóvenes alrededor del mundo. Ha sido desarrollado para permitir a jóvenes adultos entre los 18 y 25 años, responder de manera creativa a problemas importantes, urgentes y enfocados en la juventud en sus ciudades de origen.
Gracias al programa estas cuatro ciudades, dialogan sobre juventud, diversidad y ciudadanía a través de la música, la poesía, las artes visuales y la creatividad.
Además de los aliados anteriores, el programa cuenta con la coordinación y producción de Vértigo Graffiti y, por Bronx Distrito Creativo, el cual cedió el espacio para la creación del mural financiado por el British Council.
Bogotá tiene la palabra a través del arte urbano y de seis jóvenes artistas, que comparten en el mural “Pararse duro”, las vivencias, las frustraciones y los sueños surgidos a raíz de la actual pandemia y las duras jornadas de protestas vividas en el 2021.
“Este mural en nuestro Bronx Distrito Creativo, un lugar que se construye como espacio de encuentro y diversidad, es un gesto más de apertura y reconocimiento a las múltiples maneras de ser y habitar la ciudad. Es una propuesta de diálogo hoy con la juventud, pero también con todas las personas que el mural representa. Finalmente, es una invitación a seguir construyendo nuestro Distrito Creativo con las huellas de creación, expresión y relatos de nuestra ciudadanía”, afirmó Margarita Díaz, directora de la FUGA.
“Pararse duro” es una expresión social que aporta a la construcción de una identidad colectiva en una ciudad diversa. Es un mural de cerca de 200 metros cuadrados que muestra un grupo de personas bailando en el espacio público. Los personajes que lo componen son diversos, dentro de los cuales hay representantes de la comunidad trans y no binaria, grupos étnicos y diversos sectores sociales, juntos celebrando la vida.
El mural
En el mural “Pararse duro”, de cerca de 200 metros cuadrados, participó un equipo de 10 personas, entre artistas, productores y realizadores audiovisuales, con 150 latas de pintura, 35 galones de vinilo y una grúa, durante siete días
Para los jóvenes artistas urbanos Chulo, Alucina, Meraz, Micromomentos, Naranjita y Plasma, creadores del mural, estas comunidades han encabezado el cambio y, en su momento, lideraron movilizaciones sociales masivas lideradas por manifestantes más jóvenes quienes estuvieron a su lado como acto solidario.
“Para muchos jóvenes en Colombia, las dificultades económicas y la incertidumbre existencial han sido realidades abrumadoras. Cientos de adolescentes y jóvenes adultos protestaron en las calles el año pasado, tomándose el espacio público. Este grupo de jóvenes artistas estaban desesperados por dejar una marca histórica y artística inspirada en esos eventos. Gracias a ellos y a este grupo de organizaciones, fue posible realizarlo,” asegura Camilo Fidel López, director de Vértigo Graffiti.
Edificio de 100 años
El muro sobre el cual se plasma “Pararse duro” pertenece al edificio La Facultad, un Bien de Interés Cultural con cerca de 100 años de vida y que funcionó en sus inicios como la facultad de medicina de la Universidad Nacional y, posteriormente, como batallón de reclutamiento del Ejército.
El edificio original, una joya arquitectónica con características republicanas, perdió su mitad a mediados del siglo XX como consecuencia de la construcción de la avenida Caracas. Hoy, aunque la mitad que sobrevivió sigue habitada temporalmente por el Ejército, hace parte del Módulo creativo 1 del Bronx Distrito Creativo, una apuesta de ciudad que se convertirá en símbolo de una ciudad cuidadora y polo de desarrollo económico, social y cultural.