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Cácota, sabores y colores que enamoran

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A ritmo de música carranguera, pasillos, bambucos, carrilera, conjuntos de cuerdas y mucho sentimiento, los visitantes a Cácota sentirán el abrigo de un municipio que enamora con sus paisajes, gastronomía, diseño y emprendimientos.

A una hora aproximada de Pamplona se encuentra la “capital del tiesto”, a donde se puede llegar en taxi, vans, arribar en carro particular, bicicleta (hay quienes montan su cicla desde Pamplona al pueblo) u otros medios de transporte que ofrecen los operadores de turismo.

En cuanto a paisajes, se verán las montañas que se entrelazan para formar la cordillera, el páramo, y los ríos Cácota, Chitagá y las quebradas Pozo Bravo, La Asomada, García, La Laguna, De la Virgen, entre otras.

Se apreciarán los sembrados de papa, zanahoria, habas, uchuvas, fresas, brevas, duraznos (para consumo nacional y exportación – tanto en fruta, como conservas y pulpas, siendo la principal empresa productora, comercializadora e industrializadora Frutos El Prado, que genera al menos 200 empleos para los campesinos de la zona), y más productos, pues el municipio tiene una alta vocación agrícola, no sin dejar de destacar la trucha como principal proteína (existen varias trucheras que no solo abastecen el mercado local sino regional), su tradición alfarera y algunas minas de carbón, arcilla, y zonas para ganado bovino y ovino.

No obstante, a estas actividades económicas, desde hace 12 años, Cácoca empezó un programa para incentivar el turismo y, para ello, invirtió en su infraestructura, arregló sus calles, que en su mayoría son empedradas, pintó de blanco las fachadas de sus casas que se engalanan con flores y faroles y trabajó por el servicio.

Algunas casas han sido adaptadas como hostales, existe una variedad de restaurantes no solo de comida típica (por ejemplo, Mamá Rosita), sino fusiones (Ortun Restaurante Bar) y pizzerías con hornos de barro y ambientes agradables como Casa Vieja Pizza y algo más, y existen bares para disfrutar, siendo uno de los emprendimientos a destacar el de Cerveza la Alfarera, liderada por Cindy Isidro, quien ha invertido en crear tres tipos de bebidas: La rubia (historia); Roja (leyenda), y la Negra (tradición), y que ofrece al turista, contando la historia de la región y en un ambiente acogedor. Además, para los amantes del vino, también vale la pena señalar el emprendimiento de vino artesanal Moyas.

El municipio diseñó planes para hacer ecoturismo y otras acciones para incentivar visitas para sus Fiestas Patronales a la Virgen de los Dolores, la Semana Santa, los Aguinaldos para Navidad y otras actividades, pero lo que no puede faltar es la visita a la Laguna del Cacique Cácota, a 2900 metros sobre el nivel del mar en la vereda Mata de Lata y a 100 kilómetros de Cúcuta.

Este bello cuerpo de agua está ubicado a tres kilómetros del centro urbano, cuenta con puente peatonal, senderos, mirador el Nido del Cóndor, cabaña para rentar y despertar con la mejor vista tanto de la laguna como del páramo, y planes para acampar y navegar en la laguna, mientras se escuchan historias de mitos y leyendas. De hecho, a la laguna se puede llegar en camionetas que lo llevan desde el parque principal a este espejo de agua, y que están preparadas para el terreno, o se puede llegar a pie, por una caminata por “El Camino Real”, que toma más de hora y media, y que envuelve la historia de la campaña libertadora.

Las fotos de la laguna son magníficas, pero la experiencia se complementa con el Nido del Cóndor, compuesta por unas alas de 5 metros de envergadura que permiten a los visitantes tomarse fotos con el fondo de la Laguna del Cacique Cácota, hechas bajo el concepto de bioconstrucción, a través de la utilización de materiales amigables con el medio ambiente por la pintora y muralista pamplonesa, Claudia Luna, y proyecto liderado por Moyas Cácota, del emprendedor turístico (y exalcalde) Ledin Gauta.

Y así, entre paisajes, sabores, música y otros atractivos, el alcalde de Cácota, Carlos Augusto Flórez sigue impulsando el turismo y, para ello, comentó que continúan invirtiendo en la construcción de las unidades sanitarias en el sector de la laguna, así como en la pavimentación de dos kilómetros de la vía y el arreglo de parte del sendero peatonal que bordea la laguna.

Además, junto con el Sena han preparado guías turísticos, y desde la Secretaría de Turismo, liderada por Liliana Gauta y su equipo, incentivan en su gente la calidez y portafolio del turismo para atraer a los visitantes.

De esta forma, el municipio alfarero, con variedad de arepas, postres y dulces típicos, y que limita al norte con Pamplona, por el sur con Chitagá, al oriente con Chitagá, Labateca y Pamplona y al occidente por Mutiscua y Silos, es el destino ideal en la ruta para descubrir Norte de Santander, iniciando por Cúcuta y disfrutando de la historia y la gastronomía de Pamplona, para arribar al pueblo colonial y encantador de Cácota, tierra de los alfareros de Colombia, que están escribiendo una nueva historia.

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